Cuando tu mejor amiga
jugaba a clavarle
agujas a sus muñecas,
vos comprabas flores, adornando a tu viejo,
perfumando la nada.
Y eso que ni siquiera
habías tenido, todavía,
una sola primavera.
Y creo que siempre me sentí demasiado viejo
para tenerte entre mis fantasías;
aunque los dos lo sabemos:
estamos hechos de una madera con las
mismas astillas.
Y ahora que estás resuelta a vagar por el mundo
sin equipaje ni nada
y yo tengo tantas fobias,
tantas paranoias,
que apenas puedo salir de mi casa.
Ahora que me siento tan bien
que la suerte no me parece un castigo
y veo que la muerte
ya no sabe bien
qué va a hacer conmigo,
me acuerdo de esos ojos
que se abrían en universos de colores
que nunca existieron;
de tus caderas, esquivando las penas
y algunos desamores.
Yo quiero saber donde estaba
cuando la vida
se bajó en mi parada.
Me gustaría algún día
despertar a tu lado
y me jures que es mentira.
Pero hoy a mí me sangran
los pulmones y, todavía,
a vos el apellido.
Y es que creo que siempre me sentí demasiado lejos
para merecer una de tus caricias;
aunque los dos siempre tuvimos
el mismo talento para perder
todo lo que quisimos.
Y aunque quiera seguirte, estás resuelta
a vagar por el mundo sin
equipaje ni nada,
mientras yo cargo con una cruz
de nostalgias y culpas
clavada en mis espaldas,
justo ahora que estoy tan bien
que las sonrisas no me son tan extrañas
y veo que lo que hace gloriosa esta vida
la memoria no lo atrapa...
... me acuerdo cómo me faltan
tu pasión y tus mañas,
tu eterna calma... quitándome el sueño.
Tus labios de fuego,
la sensualidad sin esfuerzos
y... pocas palabras.
Las veces que la vida
nos enseñó a lamer
nuestras propias heridas.
Parece que siempre estuvimos invitados
al mismo entierro.
Y ahora que nos sacamos
todas las caretas,
se ve, querida:
vos siempre fuiste la viuda
y yo, en realidad,
siempre fui el muerto.
lunes, 29 de septiembre de 2008
La canción de las causas perdidas
Vení a la ciudad de las causas perdidas.
Un cabaret, en cada esquina,
para ahogar las penas
de hombres de plastilina.
Mujeres rotas, dobladas por la vida,
tejiendo mentiras...
... llorando cenizas.
Pero siempre sale el sol,
y llueve sin razón
y la banda toca la canción...
Hay una sola cosa que tenés que respetar:
nunca mires a los ojos
cuando vas a brindar.
Y si acaso te sorprende alguna
sombra del lugar.
No será la forma en que camines,
sino donde pisás. Vení...
... a la ciudad de las batallas perdidas.
Un casino, en cada esquina.
La casa nunca pierde...
... es gratis la morfina.
Mujeres rotas, bebés que gritan;
un atajo al paraíso,
acá todos somos primos...
... Pero siempre sale el sol
y llueve sin razón
y la banda toca la canción...
Y no te molestes, no hay farmacias abiertas.
Pero no desesperes, tranquila.
Acá no es un secreto,
¡todos tenemos sida! Vení...
... a la ciudad de corazones suicidas.
Una puñalada, en cada esquina.
Para matar los recuerdos,
regalan balas perdidas.
Promesas rotas, venganzas retorcidas;
espinas con tu nombre
abriendo viejas heridas...
... Pero siempre sale el sol
y llueve sin razón
y la banda toca la canción...
Un cabaret, en cada esquina,
para ahogar las penas
de hombres de plastilina.
Mujeres rotas, dobladas por la vida,
tejiendo mentiras...
... llorando cenizas.
Pero siempre sale el sol,
y llueve sin razón
y la banda toca la canción...
Hay una sola cosa que tenés que respetar:
nunca mires a los ojos
cuando vas a brindar.
Y si acaso te sorprende alguna
sombra del lugar.
No será la forma en que camines,
sino donde pisás. Vení...
... a la ciudad de las batallas perdidas.
Un casino, en cada esquina.
La casa nunca pierde...
... es gratis la morfina.
Mujeres rotas, bebés que gritan;
un atajo al paraíso,
acá todos somos primos...
... Pero siempre sale el sol
y llueve sin razón
y la banda toca la canción...
Y no te molestes, no hay farmacias abiertas.
Pero no desesperes, tranquila.
Acá no es un secreto,
¡todos tenemos sida! Vení...
... a la ciudad de corazones suicidas.
Una puñalada, en cada esquina.
Para matar los recuerdos,
regalan balas perdidas.
Promesas rotas, venganzas retorcidas;
espinas con tu nombre
abriendo viejas heridas...
... Pero siempre sale el sol
y llueve sin razón
y la banda toca la canción...
Sexo, mi amor
![]() | ||
Vamos diseñando espejos
para escapar de nuestra naturaleza.
Criamos cuervos que nos comen vivos
para ocultar nuestras miserias.
Vivimos vomitando histerias...
... ¡cuando es sólo sexo, mi amor!
Vamos fabricando un mundo
de mecánica suicida.
Paleamos almas, construimos vida...
... sintética y sin calma.
Y ¿por qué vos tirás las balas?,
¡si yo pongo el pecho, mi amor!
A veces gritás, a veces
te callás...
... un silencio sin paz.
A veces despertás,
a veces te dormís... en cualquier lugar.
Estás cansada de
estar cansada de...
... Tu horizonte emocional
es una pastilla más,
... Tu horizonte emocional
es una pastilla más,
una risa histérica.
Una áspera nada... es un desierto.
Pero cuando hay viento,
¡cuando hay viento, ay, mi amor...!
Pero cuando hay viento,
¡cuando hay viento, ay, mi amor...!
Metamorfosis
La memoria son pedazos de lo que ya no es
y ya nunca va a volver a ser,
el futuro está lleno de plazos para algo que
no podré lograr que dure un día entero, un año, una vida...
... el presente es más efímero aún.
Todo eso pierde sentido con una sola de tus sonrisas,
las cuales olvidé por voluntad propia.
La oscuridad es una intuición de la muerte,
la vigilia es una ilusión entre un parpadeo y otro.
Dios es un concepto.
El amor es instinto, mutilado
por una innumerable cantidad de aversiones.
El dolor es nuestro placer por sentir el dolor.
Lo pienso demasiado.
No creo en la felicidad como un fin,
ni aspiro a ninguna de las distintas morales platónicas.
Los egos se satisfacen con sus diminutas acciones.
No creo en la naturaleza humana...
... no queda nada de natural en nosotros.
Me distraigo... no puedo concentrarme...
... Tu mirada siempre me habló
en un lenguaje que nunca pude descifrar.
Mis ojos hasta hoy siguen perdidos, usualmente inexpresivos,
en algún lugar donde pueda armar tu imagen claramente
y guardarte ahí para siempre.
Creo que estoy a punto de convertirme
en una piedra que respira.
Me declaro único autor intelectual de esta atrocidad.
Sí, ha de ser malo.
Sinceramente no creo tener la idoneidad para decidirlo.
Simplemente me importa un carajo.
y ya nunca va a volver a ser,
el futuro está lleno de plazos para algo que
no podré lograr que dure un día entero, un año, una vida...
... el presente es más efímero aún.
Todo eso pierde sentido con una sola de tus sonrisas,
las cuales olvidé por voluntad propia.
La oscuridad es una intuición de la muerte,
la vigilia es una ilusión entre un parpadeo y otro.
Dios es un concepto.
El amor es instinto, mutilado
por una innumerable cantidad de aversiones.
El dolor es nuestro placer por sentir el dolor.
Lo pienso demasiado.
No creo en la felicidad como un fin,
ni aspiro a ninguna de las distintas morales platónicas.
Los egos se satisfacen con sus diminutas acciones.
No creo en la naturaleza humana...
... no queda nada de natural en nosotros.
Me distraigo... no puedo concentrarme...
... Tu mirada siempre me habló
en un lenguaje que nunca pude descifrar.
Mis ojos hasta hoy siguen perdidos, usualmente inexpresivos,
en algún lugar donde pueda armar tu imagen claramente
y guardarte ahí para siempre.
Creo que estoy a punto de convertirme
en una piedra que respira.
Me declaro único autor intelectual de esta atrocidad.
Sí, ha de ser malo.
Sinceramente no creo tener la idoneidad para decidirlo.
Simplemente me importa un carajo.