miércoles, 31 de agosto de 2011

Queyri

“Pintar como los pintores del renacimiento me llevó unos años; pintar
como los niños me llevó toda la vida.” –  Pablo Picasso.

Dicen que la luna es de queso;
el sol se me parece a una manzana acaramelada.
Tu corazón es una roca
y yo, una gota de agua.

El cielo siempre está pintado
de los colores que yo más quiero.
Verde como tus ojos
y negro, cerca de tu pecho.

Los árboles son violetas
en el jardín donde yo he crecido.
Tu corazón es una hoja seca
y yo, una mañana
gris de rocío.

Los trenes siempre van y vienen
a infinidad de distancias que yo no conozco.
Soy esa brisa que susurra,
suave, dentro de tu corazón sórdido.

Los gatos no saben temerle
al tiempo ni al frío.
Soy nada más que un piano viejo
y tu corazón, un martillo.

Dicen que la vida es un regalo
y la muerte… un deseo.
Soy un cuarto de hotel vacío
y tu corazón se ha roto
en el espejo.

La lluvia moja tu pelo
y tu boca parece una flor insinuando.
Tu corazón es un vestido
y yo quiero ver qué hay debajo.

El calor se tiende sobre el pasto
y yo ya no quiero ir mucho más lejos.
Tu corazón es una coma
y yo, el silencio.

No me gusta la oscuridad,
las obligaciones o las aguas muy hondas.
Me gustan las flores blancas y amarillas
que crecen cerca de esas losas.

Y sé que no esperás nada...
... y, de todas formas, yo no podría darte todo;
pero tu corazón me hace tontadas
cuando te miro a los ojos.

Y aunque nunca vas desvelarlo...
... de todas formas, yo no vine a robarlo.
Porque aunque creyéramos en todo lo que dicen,
no hay forma de que eso sirva de algo.