miércoles, 20 de octubre de 2010

El Tornado


Desde la lejanía, tan sólo intuyéndote,
ya puedo percibir una inquietante belleza en vos,
que me resulta cautivante,
parece enajenarme.
Te vas a ir acercando, lo sé… tomándote tu tiempo,
imperiosamente, inabarcable.
Y no tengo miedo, no…
… todo esto resulta hoy inevitable.

Tal vez te arrojes a un ritmo lento, sensual.
Tal vez quieras que todo acabe rápido,
pero siempre habrá de ser a tu modo… a todo o nada…
… sin dar tregua.
Nada permanece a tu paso. Consumiendo
cada cosa que te toca, ensombreciendo todo lo que se refleja en vos.
Y aún así, con una gracia…
… violenta.

No hay lugar que de refugio… aunque no trato de esconderme…
… Voy a aguantar cada una de tus embestidas,
aunque deshagas hasta mi espíritu.

Y no entiendo qué has venido buscando,
con esa inmensurable energía, en tus revoluciones internas,
cuando en realidad nada parece haber cambiado.
Qué es lo que querés,
inmóvil, etérea, en medio de esta tormenta eléctrica…
… ¿tan solo ver todo caer a tus pies?

Sos impredecible… y es tan excitante.
Es tan desgastante, pero quiero más…
… Hoy has vuelto a encontrarme... voy a clavar
la carne a mis huesos.
Tal vez así no puedas arrancarla…
… va a ser divertido…

… Mientras siento tu presencia cada vez más cerca de mí,
realmente no puedo ni intentar preocuparme.
Las marejadas de viento y borrasca golpean, inciertas y febriles,
despedazan hasta los pensamientos.
Para luego alejarte… mientras yo resisto, entero casi…
… precipitándome hacia el caos,
con las marcas de esta suerte en todo mi ser.

No hay forma de que te detengas… salvo en tu propio desenfado.
Tal vez vos descansás… pero no hay descanso.

lunes, 18 de octubre de 2010

Cecilia

Cecilia, va y viene en mi mente
con vicios caros y rostros diferentes...
... pero nunca es igual,
no, nunca es igual.
¿Cómo vas y cómo irán los años
de esta historia que todavía está en blanco?
A veces, ¿no sentís... que algo se te va a partir?
¿Cómo se ve el mundo después de tu viejo,
todavía te queda en pie algún sueño?
Y no sé... qué vas a hacer...
... son nueve años después
-es demasiado-.
Yo quería ser actor y estar con vos...
... No te preocupés.

Cecilia, me debe su inociencia
y yo le debo un par de notas y regalos.
Y, ¿ves?, que ya no es igual.
Si me dejaste en el ojo de la tormenta
que iba a lavar el barro que había en tus venas.
Dejar todo... lo que eras...
... no tiene precio.
Y alguien te sopló que no te merezco, cuando
estabas en edad de merecerlo.

Cecilia enamoró a la dicha, dicen sus ojos...
... y la muerte le regaló su sonrisa.
Pero no entiende, el escenario de la vida:
-es más dura la caída, Cecilia-.
Y, ¿no lo ves?, nunca vas a poder... dejar de ser...
... Cecilia.

Luego, entonces... quizás...

Podés desgarrar mis brazos y piernas...
... ya ves, de todos modos, solo... sienten pereza.
Podés abrir y desmenuzar mi cabeza, sabés...
... solo puede... traerte problemas.
Mis ojos siempre estarán sobre tus hombros,
mis labios no quieren pronunciarse... nunca más...
... ¿Podés darme algo por siempre nuevo,
que me estremezca cada vez que lo siento?
¿Podés darme algo realmente único?
Algo que trascienda todo en este mundo...
... Dame ojos de caleidoscopio,
dame amor... pero sin plomo.
Luego, entonces... quizás... podría amarte.

Podés abrir mi pecho por la mitad...
... sólo hay cenizas y humedad, podés...
... exprimir de una vez mi sexo.
No va rechazarte, pero no sabe desear.
Mi cuerpo está cansado de todo este peso,
mi mente adivina tus pensamientos...
... tus movimientos.
¿Podés romper los hilos que nos sostienen
y llevarme a donde nadie puede?
¿Podés darme una fe irrefutable?
Por esta noche, no quisiera intoxicarme...
... Dame fuego y agua en tus manos,
dame algo vivo que no esté contaminado.

Luego, entonces... quizás... podría amarte.

Puedo darte todo a cambio de nada,
si vos podés abandonarte a esa suerte...
... también... y aun si así, no lo creyera
me sobra el tiempo para convencerla.