viernes, 6 de marzo de 2009

Lucía y su perro viejo

Lucía,
muy triste,
nunca supo qué hacer.
Su vida transcurre
y no puede ser.
Muchas veces quise saber
qué tarda un hielo en derretirse en su boca.
Su cuerpo siempre, supo estar tibio
pero su estrella vaga sola y errante.

Lucía me incita
a cosas que no sé... si cumplir.
Nada es imposible
(menos para mí).

Ella es tan breve, en nuestros breves momentos,
y yo estoy siempre tan aletargado como un... perro viejo.

Lucía, muy triste, aún no sabe qué hacer.
Mi vida transcurre
y siempre vuelvo a sus pies...
... Muchas veces quise saber
qué tarda un hielo en derretirse en su boca.
Y qué tan violento, ella ha de sentir
decirle no... cuando quiere un... sí.

2 comentarios:

Patricio dijo...

" y yo estoy siempre tan aletargado como un... perro viejo. "

"Sin darte cuenta ahí estás, con tu cara de colgado". Encuentro un puente entre esas dos frases; claro, un puente que yo veo y que no se malinterprete: no es para nada una acusación de plagio.

" Lucía me incita
a cosas que no sé... si cumplir. "

Muy bueno. Entiendo ese sentimiento, o ese anhelo...o esa duda.

Siga nomás, que estas historias tienen alma de cuarto de pensión y da gusto leerlas.

Un saludo Paulo !

El Nictálope.

Koche 77 dijo...

Gran letra que tengo el honor de ponerle mi voz. Abrazo!