jueves, 19 de enero de 2012

Aunque la noche haya terminado

Y aunque ya la noche haya terminado
todavía quiero
tenerte a mi lado.
Aunque me pese este impulso
de corazón cobarde,
está en tu piel 
la síntesis y la fuga... todavía quiero
sentirte, tocarte, una vez más
besarte…
… aunque estén secos mis labios
y no sea más cuerpo,
todavía quiero
que estés a mi lado.

Y aunque la eternidad quepa
en un instante; y yo
en un parpadeo de tus ojos lo he robado…
… todavía quiero
tenerte a mi lado.
Aunque caigan todas las certezas
y no haya líneas
trazadas sobre la palma
de nuestras manos, todavía quiero
sostener la tuya,
besarla…
… aunque ya no haya caminos
todavía quiero
que estés a mi lado.

Y aunque ya tus ojos se hayan cerrado...
... todavía quiero
tenerte a mi lado.
Aunque el sol se deshaga
y esta luna celosa
me abandone
a la sombra de mi suerte
cualquier noche, todavía quiero
acariciar tu vientre,
besarlo…
… aunque ya hayamos agotado
todos los verbos,
todavía quiero
que estés a mi lado.

Y aunque pasen con lentitud los días
o tal vez demasiado rápido,
todavía quiero
que estés a mi lado.
Aunque fracasen las verdades,
todas, y tu pecho
se hunda en la angustia
cualquier mañana, todavía quiero
que dejes tu cabeza
caer sobre el mío, otra vez
besarte…
… aunque la noche haya terminado
todavía quiero
tenerte a mi lado.

Y porque no quiero otra cosa
mas que tu mano tendida,
invitándome a ver
todas las sonrisas
que te has
guardado.

martes, 29 de noviembre de 2011

(sin título) #13

Los que esperan que pase algo para que algo pase. Y siguen esperando.
Los que están cansados de todo.
Los que se despiertan y no saben qué les pasó la noche anterior.
Los que están atrapados.
Los que se preocupan por todo. Los que ya no se preocupan por nada.
Los que viven escribiendo. Y borrando.
Los que están al lado de algún teléfono que nunca suena.
Los que viven en habitaciones de hotel vacías.
Los que nunca abren las ventanas de sus casas.
Los que no pueden dormir nunca.
Los que piensan demasiado.
Los que dicen nada y hablan mucho.
Los que viven ocupados.
Los que creen que son mejores que yo. Los que probablemente lo sean.
Los que están enfermos.
Los que no pueden aceptar que lo están.
Los que se quejan de todo.
Los que son incapaces de expresar lo que sienten.
Los que no pueden controlarse. Los que quieren controlar todo.
Los que matan. Por lo que sea.
Los que les gusta quemar vivas a otras personas.
Los que duermen en la entrada de la iglesia que está frente a mi casa.
Los que no tienen amigos.
Los que compran libros para conseguir amigos.
Los que la soledad los enloqueció.
Los que enloquecieron por cualquier otra cosa.
Los que no pueden perder. Los que no saben equivocarse.
Los que viven tratando de sacarle ventaja a otro.
Todos ellos lo saben.
Y a todos nos da una sensación rara ver caer la lluvia desde algún punto
lejano, mirando a la gente mojada correr sin sentido. A todos
nos gustaría quizá estar en otro lado además de donde estamos.
A todos nos duele cuando la realidad se nos viene encima.
El tipo que se coge a su vecina. Y después pasa
delante de ella como si fueran extraños.
La piba que está divorciada y con tres hijos. Y ya no puede ser otra cosa.
La maestra jardinera que ya no quiere levantarse para ir al trabajo
porque no soporta a sus propios hijos.
El esposo que no puede decirle a su mujer que ya no la quiere.
Ella que tampoco sabe cómo decirle que su matrimonio fue una serie
de eventos desafortunados. El chico
que ya no quiere ser bueno, inteligente y responsable. Y está cansado de que
esperen siempre algo de él.
La chica que no puede dejar de mirar hacia atrás y lo único que desearía
es haber sido una mejor persona.
El tipo que no se cansa de pegarle a su novia.
La modelo de la publicidad de lencería. Los actores porno.
El hombre que duerme con un arma debajo de la cama.
Las chicas a las que les dejaron la vida en puntos suspensivos.
El loco que se cree que es Jesucristo.
La mujer de un pedófilo.
El tipo que vive pensando que se va a convertir en una cucaracha.
La chica que no puede salir de su propia histeria.
Los puestos de flores que están abiertos a las tres de la mañana.
El empleado del kiosco que trabaja quince horas por día.
A todos nos gusta creer que somos especiales. A todos alguna vez se nos dio
por esperar hasta que saliera el sol, o más tarde aún, a que algo
grandioso sucediera...
... y nada sucedió. A todos nos gusta sentir
una seguridad que es imposible tener.
A todos nos pasa que buscamos una sonrisa.
A todos nos encantaría volver a tener la sensación de que nos sorprenda un beso.
A todos nos vuelve locos ponernos a pensar qué fue lo que hicimos mal.
Cuál fue el mal que hicimos para merecer lo que nos pasa.
Cuándo perdimos de vista todo eso que nos hacía sentir bien.
Esa inagotable comedia de estar vivo.
Los fantasmas de todos los que pasaron a través de nosotros.
Las estrellas muertas, a millones de años luz, que todavía
siguen brillando en nuestro cielo.
La innumerable cantidad de deseos que se consumen en sí mismos. Las mentiras
que nos creemos todos los días. Los pequeños detalles.
Las pequeñas alegrías.
Un cocinero. El portero. Un cura. Un esclavo.
Una puta. Un condenado. La madre. El padre. Un hijo. Un abogado.
Un asesino. Un suicida.
Un violador.
Sí, todos lo saben.
Y a todos se nos cruza un pensamiento sobre la muerte una vez al día.
La posibilidad de otra cosa.
Todos pensamos en lo que realmente amamos cada tanto.
Cómo, a veces, nos fuimos dejando ganar por la rutina, el cansancio, la apatía
y finalmente quedamos tan lejos de eso.
Todo el resto es sexo.
Y son también todas las responsabilidades, los dolores,
las quejas, los pormenores, los elementos, la química, el cinismo, la obviedad.
Y son las millones de miradas que se cruzan en una sola esquina.
¿Qué está pensando toda esa gente?
Quizá quepa la posibilidad de que alguno esté pensando
exactamente lo mismo que yo.
Da miedo.
Y es ¡tan insólito!, fascinante, tan sencillo y estúpido y patético, si se quiere,
el hecho de que, sin saberlo, el extraño que me cruzo en la calle y que me mira,
o me esquiva la mirada, y que es imposible saber
la infinita cantidad de cosas que se esconden detrás del blanco
del ojo de un ser humano, esa persona,
quizá de la forma más trivial que se pueda concebir,
ya me modificó de alguna manera, alguna de mis acciones lo modificó a él en el pasado,
o alguna reacción suya va a impactar sobre mi existencia tarde o temprano.
Y yo me pregunto...
... ¿qué estás pensando vos, hermosa? ¿Estás esperando algo que te sorprenda?
¿Qué querés realmente? ¿Te está costando tanto dormir como a mí hoy?
¿Te resultaría más fácil si me tuvieras a tu lado?
¿Sería más fácil para mí?
¿Cómo voy a hacer para sacarte una sonrisa mañana?
¿Pasado mañana? Y, ¿al día que sigue? ¿Cómo voy a robarte ese beso esta noche?
Ese beso que no me querés dar de entre todos los que me regalás.
Ese que me obsesiona.
Pero, por sobre todo eso, y todo lo demás también,
hay algo que simplemente no me puedo sacar de la cabeza, mientras sigo
prendiendo cigarrillos para ganarle la palma al sueño,
caprichoso, como un chico. Y yo realmente quisiera saber…
… en qué carajo piensa un ciego para masturbarse.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Mientras pienso en no pensarte

Tu risa asmática,
suelta
pero medida,
controlada...
... que me prende fuego hasta los huesos
y me hace cosquillas
y quiero jugar
y te deseo
tanto.

Tu mirada cansada,
intensa,
como una ventana
a un océano en el medio de una tormenta eléctrica
que esconde en su horizonte
una alborada de
mil soles.

Tu voz amable y temblorosa,
etérea,
casi nerviosa,
pero resuelta…
… es un péndulo sobre mi corazón.
Y ese corazón
tuyo,
sincero,
infantil
aunque desconfiado
por momentos…
… intuitivo;
tratando de no perderse
ni una milésima de un segundo
entre un latido y otro.

Tu cuerpo
arrojando al aire pinceladas con cada
vaivén de tus caderas,
dibujando fantasías a cada paso,
dándole cuerda al universo.

Tu perfume a chicle
y sexo.

Tu alma transparente
e inhabitada.
La gracia torpe, tierna,
de tus brazos
y tus piernas…
… Esa delicada torpeza
y todos tus sentidos, toda tu piel,
abriéndose al viento,
brindándose enteros a la vida
como una flor.

Todas tus faltas,
salvadas.

Tu humildad.
Ese carácter tuyo
que disimula con sutileza
tus miedos.

Tus pequeños enojos.
Tu eterna necedad para debatir lo que sea.
La más mínima de tus muecas,
voy estudiándolas todas…
… para saber lo que querés antes que
tengas que decirlo.

Tus innumerables humores.
Tus manos temblando.
Tu llanto.

Tu ausencia
que me llena de
nada.

Mientras trato de escribir algo que
te desborde,
te estremezca…
… con palabras elocuentes,
graves
y majestuosas.
Intuir, con estos dedos porfiados
sobre este piano viejo,
desafinado,
la más sublime, exquisita de las melodías
que me recuerde a tu nombre,
tu precioso nombre;
descubrir alguna verdad irrefutable,
alguna expresión
que sea simplemente,
objetivamente
maravillosa,
pura,
perfecta;
renunciando a cualquier otra superstición…
… no puedo

pensar más que en pensarte
hasta volver a tenerte cerca.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Nude - Radiohead

Preciosa canción.

No te hagas grandes ideas...
... éstas no... van a suceder.
Vos te pintás de blanco
y llenás los vacíos con ruido pero
siempre habrá algo... faltando.
Y justo cuando lo encontraste,
se desvanece.
Justo cuando lo sentís...
... en realidad no.
Se ha ido para siempre.

Ella se para frente a vos desnuda
y te lleva hacia la cama.
No vayas. Luego solo vas a querer
volver otra vez.
Entonces no te hagas grandes ideas...
... éstas no... van a suceder.
Y te vas a ir al infierno
por lo que tu
retorcida cabeza está pensando...

Escalera al cielo

Traducción de la canción titulada "Stairway to heaven".
Robert Plant / Jimmy Page.

Hay una chica que cree estar segura
que todo lo que brilla es oro
y ahora está comprando una escalera... al cielo.
Y cuando llegue ahí, ella sabe
que si todas las tiendas están cerradas...
... con una palabra ella puede conseguir
lo que quiere.

Hay un letrero en la pared
pero ella quiere estar segura porque,
como sabés, a veces las palabras tienen
doble sentido.
Y en un árbol, a un costado del río,
hay un pájaro cantor;
a veces...
... todos nuestros pensamientos están errados.

Hay una sensación que me atraviesa
cada vez que miro al oeste
y mi espíritu está gritando por escaparse.
Y en mis sueños he visto
anillos de humo a través de los árboles
y las voces de aquellos que están
contemplando.

Y se dice que pronto, si todos
entonamos la melodía…
… el flautista nos guiará hacia la sabiduría.
Y un nuevo día vendrá
para aquellos que han persistido
y en los bosques resonarán... las risas.

Y esto hace que me pregunte.

Si hay algo que aturde tu cabeza,
no te asustes...
... es simplemente una brisa que
se lleva las hojas secas.
Y sí, hay dos caminos que podés tomar,
pero a la larga,
siempre estás a tiempo de cambiar el rumbo.

Tu cabeza está zumbando y no cesará,
por si acaso no lo sabés...
... el flautista te llama para que te unas a él.
Querida, ¿no escuchás el viento soplar?
Y, ¿no lo sabés?,
tu escalera está en ese viento susurrante.

Y mientras nos vamos adentrando.
Nuestras sombras más grandes que nuestras almas.
Ahí va una chica que todos conocemos
que desprende luz blanca y quiere mostrarnos
cómo todo se convierte en oro.
Y si realmente prestás atención
esa melodía llegará a vos finalmente...
... cuando todos seamos uno y uno sea todo.
Ser una roca y no rodar.


66 consejos rápidos

Despiértese de buen humor.
Haga un poco de fiaca.
Aséese.
Estar de buen humor no quiere decir
     sonreír todo el tiempo
     como un imbécil.
A las personas, en general, no les cae bien eso.
Piense en las cosas que realmente le importan.
No las olvide.
Haga una lista, si eso ayuda.
No pierda esa lista.
No se pierda a usted mismo.
No se angustie por cosas que no lo ameritan.
Casi nada en la vida amerita angustiarse. Todo pasa.
No discuta.
Exprésese bien. Sea claro.
Sin tantos detalles.
No querrá que todo el mundo piense que está loco.
Sólo está loco quien no comete locuras.
Confíe en las personas.
Tampoco tanto, no sea ingenuo.
Haga algo por alguien.
Asegúrese de hacerlo por alguien que se muestre agradecido.
No pase facturas. Usted lo hizo "desinteresadamente".
Crea en algo.
Algunas creencias pueden arruinar su vida social y/o financiera.
Empiece a pensar en hacer un seminario sobre cómo tomar
     buenas decisiones.
Probablemente le pidan plata.
Si finalmente se inscribió al seminario, ya empezó mal.
Preocúpese por su aspecto físico.
Haga ejercicio.
Elongue.
No contamine. No se contamine.
La música es la expresión del alma.
No se haga el intelectual sólo porque escucha música
     alternativa al circuito comercial.
No diga que nunca escuchó o escuchará cumbia o reggaeton.
     Ya estamos grandes.
¡Lea un poco, por dios!
Los horóscopos y los libros de
     auto-ayuda no son literatura.
No se engañe.
Tampoco las historietas. Otra vez, ya estamos grandes.
Cultive su interior.
No estamos hablando de drogas.
No se disperse.
No está mal, de todas maneras, probar alguna
     aunque sea una vez en la vida.
Una vez, no sea pelotudo.
Manténgase pendiente de las personas
     que le importan y lo rodean.
No se acostumbre a depender de ellos.
No sea pesado. Todos tenemos problemas.
Comuníquese con las personas.
Los mensajes de texto no son una forma
     "práctica" de comunicación.
Desarrolle algún talento.
Aprenda.
Enseñe.
Sea creativo.
Sea mesurado. No publique
     cada pelotudez que se le ocurra.
Cómprese algo que le guste.
No pague de más.
Sí pague sus deudas.
Quiérase.
No sea paranoico. El mundo no gira alrededor suyo.
Tenga sexo regularmente. Con la misma persona.
      O no. Lo que lo haga feliz.
Mastúrbese regularmente.
Esfuércese por complacer al otro.
Complázcase a usted mismo.
Viaje. Aunque sea en colectivo.
Socialice. ¡Salga de su casa!
Valore el respeto.
No sea condescendiente.
Duerma bien.
En una cama de ser posible.
En la suya, sería lo más conveniente.
Acompañado, sería lo ideal.
No esté ciento por ciento seguro de nada. Seguro.
No se haga de enemigos.
Finalmente, sólo acabará pareciéndose a ellos.
Sea feliz.
Inténtelo por lo menos. Con optimismo y honestamente.
Nada es imposible. Todo es probable.
Beba.
En grandes cantidades.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Queyri

“Pintar como los pintores del renacimiento me llevó unos años; pintar
como los niños me llevó toda la vida.” –  Pablo Picasso.

Dicen que la luna es de queso;
el sol se me parece a una manzana acaramelada.
Tu corazón es una roca
y yo, una gota de agua.

El cielo siempre está pintado
de los colores que yo más quiero.
Verde como tus ojos
y negro, cerca de tu pecho.

Los árboles son violetas
en el jardín donde yo he crecido.
Tu corazón es una hoja seca
y yo, una mañana
gris de rocío.

Los trenes siempre van y vienen
a infinidad de distancias que yo no conozco.
Soy esa brisa que susurra,
suave, dentro de tu corazón sórdido.

Los gatos no saben temerle
al tiempo ni al frío.
Soy nada más que un piano viejo
y tu corazón, un martillo.

Dicen que la vida es un regalo
y la muerte… un deseo.
Soy un cuarto de hotel vacío
y tu corazón se ha roto
en el espejo.

La lluvia moja tu pelo
y tu boca parece una flor insinuando.
Tu corazón es un vestido
y yo quiero ver qué hay debajo.

El calor se tiende sobre el pasto
y yo ya no quiero ir mucho más lejos.
Tu corazón es una coma
y yo, el silencio.

No me gusta la oscuridad,
las obligaciones o las aguas muy hondas.
Me gustan las flores blancas y amarillas
que crecen cerca de esas losas.

Y sé que no esperás nada...
... y, de todas formas, yo no podría darte todo;
pero tu corazón me hace tontadas
cuando te miro a los ojos.

Y aunque nunca vas desvelarlo...
... de todas formas, yo no vine a robarlo.
Porque aunque creyéramos en todo lo que dicen,
no hay forma de que eso sirva de algo.