Deberías saber,
niño…
… tu madre
está mal de la cabeza;
pero casi desde que tengo tu edad
que estoy enamorado de ella.
Y tal vez todavía creas
que algunas cosas debieran ser más simples.
Y yo también quisiera,
en verdad.
en verdad.
Pero tarde o temprano lo entenderás...
... que el mundo entero está desquiciado,
paranoico
paranoico
y la gente está más rara cada día.
Entonces,
cuando crezcas, sinceramente espero
cuando crezcas, sinceramente espero
que sus pobres rencores y tristezas
no acaben por segarte.
no acaben por segarte.
Y te des cuenta sin terror que esas heridas
se las hizo nada más que ella misma.
Tu madre está mal de la cabeza
y no es su culpa en verdad…
… tampoco es mía para tener que entenderla.
La mía estaba algo loca también
y no me fue tan mal,
¿sabés?
¿sabés?
Yo quise salvarla a ella para salvarte a vos
para salvar también al niño
que alguna vez fui yo.
que alguna vez fui yo.
Pero ninguno de los tres tuvo suerte,
lamento decírtelo…
… nadie quiere ser salvado acá
y este niño ya se ahogó.
Tu madre está mal de la cabeza.
Y durante casi tanto tiempo como tu edad
he estado enamorado de ella.
El tiempo pasó y nada cambió demasiado en nuestras vidas.
Yo aún creo en su belleza más que
en cualquier otra cosa
y ella todavía se odia a ella misma.
Niño… tu madre
está mal de la cabeza.
Lo deberías saber.
Y seguramente… yo también.