Nunca esperé nada de vos o de mí...
... o pretendí que fuera así.
Nunca quise decir una sola palabra en mi vida.
Nunca quise otra cosa más que mirarte
y descubrirte a cada segundo;
poder sorprenderme con las cosas más simples.
Nunca quise ser carne... o ser huesos...
... nunca quise nacer o morir, o acompañarte
o tener que dejarte.
Nunca quise ser tu encierro.
Nunca quise que mi sombra aparezca en tu pensamiento.
No soy un hijo ni un hermano,
no soy un padre,
no soy tu novio,
no soy un amigo.
No puedo ser nada... simplemente nada.
Soy algo que existe porque sí
y muere porque sí,
entre todas las cosas infinitas porque sí.
No soy la imagen que está en ese espejo, no soy yo
lo que están mirando tus ojos...
... simplemente soy lo que tus ojos quieren ver.
Nunca supe realmente hacer nada de lo que aparentemente sé hacer.
Podría llamarlo suerte.
No importa demasiado.
Nunca supe cuántas decisiones equivocadas tomé...
... o cuántas más podría haber tomado quizá.
No puedo ser nada... y disfrutarlo.
No me gusta más que romper...
... cualquier cosa;
hacerte sentir que estoy inundando
con agua caliente tus venas.
No, nunca quise ser tu encierro...
... nunca quise estar en tu entierro.
Nunca esperé nada de vos hacia mí...
... nunca quise otra cosa más que mirarte
y descubrirme en vos sorprendido.
Nunca quise decir una sola palabra en mi vida.
3 comentarios:
éste es el que más me gusta de todos.
este poema lo cambiaste... no era así originalmente...
si, lo modifique un poco... no sé si para mejor o peor pero bueno, todo cambia... uno también.
Publicar un comentario