Alexandra Dahlström y Rebecka Liljeberg en
Fucking Ämäl (Descurbriendo el amor), una película
de Lukas Moodysson.
2da. parte.
Estás caminando
a un costado de tu empatía.
Sobre la línea, la fina línea
entre tu estupidez
y la grandeza.
¿O simplemente querés quemar rápido tu cuerpo?,
para saber si al final era todo un sueño.
Y estás convencida
de que tu vida pide esos golpes.
Y tus amigos,
uno a uno,
se olvidan tu nombre.
Es que es tan triste verte destruir lo que te rodea
para creer que realmente tenés problemas.
Y si no me costara tanto
admitir que eso me tiene… excitado…
… no estaría,
siguiendo tus pasos,
sobre tu espalda,
rogando que caigas
sobre mis brazos.
Desando ser…
lo que no es
(desfigurándome).
¿Estás consciente? ¿O inconsciente?
¿Estás soñando?
¡¿Qué estás soñando?!
Y me tortura saber que sería tan fácil…
… robarte un beso, ahí acostada;
saquear tu cuerpo,
¡volverte loca!,
sentir lo que ella siente
cuando te toca…
… Es asombroso,
y algo triste ver
que aún te estás divirtiendo.
¡¿Nadie te lo avisó?!
La fiesta terminó,
¡la fiesta terminó hace tiempo!
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1ra. parte.
Estás preciosa, querida...
... pero nadie te espera.
Tus noches son un llanto
mientras ella se desvela...
... Estás ansiosa, angelito;
la vida te espera.
No hay escaleras al cielo
donde las calles son de tierra.
¿Qué tenés mal en la cabeza,
que me envenena?
¿Para qué vivir corriendo?,
si todo está tan cerca.
Sos caprichosa, preciosa,
y fatalmente aburrida.
No hay mucho en tus excesos,
sólo la muerte... ¡bienvenida!
Estás loca, angelito...
... lamiendo los problemas.
Te esforzás tanto en ser distinta.
Será, será... ¡así es la vida!
¿Quén andás buscando en esos juegos,
que nadie sabe jugar?
¿A dónde llevás tu deseo?
¿¡No nos vas a invitar?!
Ambas partes fueron compuestas inspiradas en
la película mencionada arriba.
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